jueves, 25 de febrero de 2010

Shutter Island


Inquietante. Muy inquietante. El nuevo trabajo del gran Martin Scorsese me ha inquietado hasta molestarme, y me ha encantado.

Shutter Island es una película de suspense. Esto en manos de un director cualquiera podría quedarse ahí, no pasar de una simple historia sin importancia. Pero su director es Martin Scorsese y eso se nota. Shutter Island es una paranoica historia de detectives, una pesadilla disfrazada de misterio. Todo lo que rodea a la película es tanto o mas importante que la propia historia, cada escenario es mas aterrador e inquietante que el anterior. La película cuenta con mas de una de esas escenas que se quedan grabadas en la retina, y se recuerdan mas de una vez sin venir a cuento. Las escenas de la lluvia y del pabellón C son realmente brillantes.






La confusión que reina durante toda la película no se hace ni por asomo aburrida, ya que uno devora cada uno de los 136 minutos que dura el film con ganas e interés.

Los actores, todos y cada uno de ellos, están perfectos. Leonardo DiCaprio es muy grande, y lo demuestra en cada actuación, pero no mas que Ben Kingsley o Mark Ruffalo, o cualquiera de los personajes que pueblan esa aterradora isla.

Shutter Island tiene mucho de lo mejor de El cabo del miedo y del mejor Scorsese (no el de Gangs od New York) que sabe perfectamente lo que hace. Casi una obra maestra.

domingo, 21 de febrero de 2010

Precious


Encontrar un buen drama hoy en día es muy difícil. Precious lo es, pero también es una película muy difícil de ver.





Precious es un drama social, una historia de superación, y como tal esta plagada de sucesos desagradables y lamentablemente reales que el espectador debe soportar, ya que disfrutar de ello por muy bien hecho que este cuesta su trabajo. Eso si, la ambientación y dirección de este gran drama americano son perfectas, a la altura de las interpretaciones. Unas interpretaciones tan buenas como desagradables, de esas que en algún momento se vuelven insoportables, señal inequívoca de que sus actrices tienen un gran talento, pero también de que han sido dirigidas de forma magistral.

La historia cuenta la vida de una adolescente totalmente jodida en el barrio de Harlem en la década de los 80, cuando al parecer era mucho peor de lo que pueda ser hoy en día. Evidentemente no es una historia normal, la chica tiene todos los problemas que puede, tantos que en algún momento el espectador se puede sentir abrumado y caer en el desinterés, porque a veces cuesta creer que alguna cosa sea cierta, desgraciadamente por que es demasiado real. Eso si, su visionado, por inquietante que nos resulte es imprescindible para disfrutar de dos de las mejores interpretaciones del año, que sin duda se llevaran algún Oscar.

Precious es una de esas historias que se deben contar, que no por sabidas son menos importantes o ciertas. Una de esas películas que duelen.

jueves, 18 de febrero de 2010

The Road (La carretera)

Sabiendo que la novela en la que se basa The Road (La carretera) ganó un Premio Pulitzer el buen material esta garantizado, solo queda que el director haga un buen trabajo con el. Y hay que reconocer que este es el caso, por que John Hillcoat ha hecho un trabajo impecable.





The Road es un relato que sucede en un futuro apocalíptico, donde después de una catástrofe (de origen desconocido), solo quedan unos pocos seres humanos. Bueno, mas bien solo quedan unos seres vivos, por que los que quedan de humano tienen poco.

La película trata de la relación y el viaje de un padre y su hijo a través de este paisaje desolado y gris, construido a la perfección, entre otros motivos gracias al excelente trabajo de Javier Aguirresarobe. La atmosfera en la que todo sucede es acertada y agobiante, pero no menos que la relación de sus dos protagonistas, de la que somos espectadores y sufridores. Esta es de esas películas donde uno lo pasa mal, donde sufrir es parte de la gracia, y si es así, el film de Hillcoat tiene mucha gracia.

La interpretación de Viggo Mortensen no solo es brillante, sino que lleva casi todo el peso dramático con una sencillez asombrosa, haciendo que cada una de sus respiraciones pueda incluso dolernos. También hay que agradecer su parte al niño, uno de esos talentos que solo el futuro dirá si son casuales, pero que borda su papel.

The Road es una excepte película, pero que duele en exceso, de esas que una vez acabada la proyección se te queda pegada, y sus imágenes perduran durante bastante tiempo. Su mensaje en cambio no se olvida por muy repetido que suene.

Un agónico viaje hacia la nada que, según se mire, deja un pequeño rayo de esperanza. Pero muy negra.